domingo, 16 de febrero de 2025

(FANFIC) Spanish Bombs (Strumonon)

SPANISH BOMBS

Por Shotaro-98

“Yo te quiero infinito, yo te quiero oh mi corazón

Joe y Paul llevaban siendo amigos desde hace tiempo, compartiendo tiernos momentos juntos, un par de chicos viviendo los mejores años del punk y de su juventud además, pasaban mucho tiempo juntos, hablando de sus temas de interés en común y conociendo nuevos, Joe haciendo reír a Paul con sus anécdotas o con cualquier cosa que se le ocurriera, su risa no tenía precio, llenaba de alegría a Joe, una alegría que iba más allá de una simple amistad, ya era amor profundo, el cómo jugueteaban entre ellos, las miradas que se daban y que era un pequeño gesto de amor intimo entre los dos, era su manera de decir “te quiero, me gustas, te deseo…”. Una noche luego de terminar de tocar se fueron juntos a cenar (en realidad era ir a beber), si ya eran sinceros estando sobrios, en el éxtasis del alcohol lo eran aún más, la timidez desaparecía casi por completo. Entre trago y trago Joe se sinceró e invitó a Paul a su casa, estarían solos y nadie los molestaría, Joe quería mostrarle a Paul su amor de una manera más íntima, ambos ya estaban impacientes, tanto así que sus manos ya estaban tocándose lascivamente debajo de la mesa. Paul adoraba esa faceta de Joe, era mayor que él por 3 años, pero a veces podía comportarse como un chico menor que él, un niño mimado esperando a recibir su dulce favorito.

Llegaron a la casa de Joe y apenas entraron y cerraron la puerta hubo un silencio entre los dos al cruzar las miradas, algo nublados por el alcohol y por los sentimientos a flor de piel, Joe sentía que se quemaba de amor al rozar la mejilla de Paul con sus dedos, se sentía más suave de lo que imaginaba, y por su lado Paul estaba conteniéndose, tenía ganas de abalanzarse sobre su amigo y ser uno con él, probar sus labios, su saliva, su lengua, su sabor a alcohol… su cabeza daba mil vueltas y no sabía que hacer hasta que sintió un calor en sus labios, un calor que nunca había sentido ahí y sin embargo le parecía conocido, Joe lo estaba besando, era un beso tímido pero candente y corto, al apartarse y abrir los ojos Joe apenas pudo decir el nombre de Paul antes de que este lo sostuviera de las mejillas y arremetiera con un beso ahora si bien puesto, lleno de pasión y al principio un poco descoordinado, sus dientes chocaban ligeramente entre cada arrebato. Joe sentía su interior arder con mayor intensidad ante todos los estímulos que estaba experimentando, no podía creer que se estaba besando con su mejor amigo, era mejor de lo que alguna vez pudo imaginar: las manos de Paul friccionando su nuca y cabello, la dulce y humedad sensación de su lengua frotándose contra la suya, por momentos Paul se detenía para recuperar el aliento Joe juraría haber visto un muy tenue vapor salir de sus bocas y una gota de saliva brillaba entre sus bocas. Una vez recuperadas las fuerzas siguieron besándose, entre beso y beso llegaron a la sala de su casa y se recostaron sobre el sillón, Joe debajo de Paul y este pasando de besar sus labios a ahora sus mejillas y orejas, Joe sentía el cosquilleo de la respiración de Paul, sus murmullos y bajos gemidos tan cerca de su oído, esto lo hacía suspirar de placer, se cubría su boca con su mano derecha y con la izquierda tocaba los cabellos de Paul, bajando por su nuca a su cabello y de ahí a su pecho donde acarició suavemente, percibió su palpitar y de ahí manoseó sus caderas, Paul veía como Joe lo tocaba, no emitía ninguna palabra, solo observaba el cariño con el que Joe lo disfrutaba, quería hacer lo mismo por él y más, por lo que posó sus dedos en el pecho de Joe, y con la yema de sus dedos frotó la punta de sus pezones sobre su camisa sintiendo como poco a poco se ponían erectos ante su provocación, Joe daba pequeños gemidos que trataba de esconder manteniendo su boca cerrada, sin embargo fue inútil luego de que Paul rematara al besarle el cuello y lamerlo, Paul tenía una lengua que le encantaba deambular sin control sobre la piel de Joe, saborearlo y excitarlo. Joe se sentía en el paraíso con la doble estimulación, su espalda se arqueó en automático y Paul sintió la bragadura de Joe chocar con la suya, ahora era una estimulación triple, este roce interrumpió a Paul para provocarle un gemido espontáneo, lo inmovilizó por un momento hasta que Joe lo rescató del trance con un beso fervoroso, tomó sus manos y las metió dentro de su camisa para ahora si sentir su pecho piel a piel, estaban disfrutando del placer mutuamente. Los arrebatos de placer de Joe le provocaban a ir más lejos a Paul. Los movimientos de cadera de Joe hacía que su órgano sexual presionara contra el de Paul y las costuras de la ropa entre ambos solo maximizaba el impacto, esto a la vez que Paul presionaba las puntas del pecho de Joe entre sus dedos, por instantes dejaba de besarlo para chuparle sus pezones, mordisquearlos y luego lamerlos, besarlos y jalarlos tiernamente en sus poco desalineados dientes, Joe ya no solo gemía, chillaba de satisfacción, y cuando sentía que estaba siendo muy ruidoso lo callaba a base de besos, no cualquiera, besos profundos, Paul chupaba la lengua de Joe entre sus labios y este solo cerraba los ojos aunque su curiosidad llegaba ser mayor y los abría levemente para presenciar tal escena de fascinación. Joe ya no lo soportaba, sentía que terminaría derramando su semen en su ropa interior si seguían besándose con tanto misticismo. Entre exaltaciones Paul logró escuchar la voz de Joe pidiéndole que lo tomara de una vez por todas. Paul no se inmutó y desabrochó el cierre de su pantalón, Joe por su parte se quitó sus jeans y ropa interior, manteniendo puesta su camisa y su chaqueta, el hecho de hacer el amor con sus chaquetas de cuero puestas lo ponía deseoso, lascivo. Apenas Joe se quitó su ropa interior su pene se alzó hacia el cielo, palpitaba y ya estaba goteando líquido preseminal, Paul lo admiró mientras desenfundaba el suyo, a primera vista ambos miembros se veían del mismo tamaño y grosor, Paul los tomó a ambos en su mano derecha y los frotó suavemente, la humedad de la intimidad de Joe lo excitó aún más y ahora el líquido preseminal de ambos servía como lubricante que hizo más fácil y resbaladizo el movimiento y más intenso los choques de placer cuando Paul movía su abdomen hacia adelante y luego atrás, rozando con el de Joe y masturbándolos mutuamente, Joe inclinó su cabeza hacia atrás dejándose llevar por el éxtasis del momento, tuvo una ráfaga de energía y se levantó un poco para poder alcanzar con su mano el pene de Paul, colocó su mano junto a la del chico rubio y le ayudó con el acto de auto placer, gemían juntos y al encontrarse sus miradas volvieron a besarse para estar más juntos. Ya bien lubricados Paul se acomodó entre las piernas de Joe y lo levantó ligeramente de sus caderas, con pequeños empujones entró poco a poco por su ano, Joe sentía como su cuerpo se tensaba, pero las palabras de confort de Paul lo ayudaron a relajarse y ya estando dentro nuevamente movió sus caderas para hacer un vaivén con su órgano sexual, Joe se sentía extraño, entonces Paul alcanzó un punto especifico en su interior y esto hizo sentir bien a Joe, “Ahí, j-justo ahí otra vez Simo…” suplicó Joe con su voz entre cortada, Paul no lo dudo y en la siguiente lo hizo con más fuerza y siguiendo un ritmo constante. Joe ahora si estaba perdido en el placer, los gemidos ya no bastaban, gritaba ante la excitación, esto asustó a Paul, al menos hasta que notó la expresión de alegría en el rostro de su amigo, eso era suficiente para que pudiera continuar. Jaló a Joe de sus piernas y aplicó más fuerza a sus arremetidas Joe se sentía avergonzado por la situación y sin embargo no dejaba de gemir, dejó caer sus brazos sobre su rostro y así poder cubrir sus ojos dejando a la vista su nariz y boca, Paul había perdido el control, gruñía el nombre de su amigo y pedía que ese momento no terminara, Joe descubrió su mirada y dejó caer sus brazos sobre su cabeza y miró a Paul quien estaba empapado de sudor y no dejaba de verlo. Joe pronunció el nombre de Paul y este entendió que faltaba poco para el gran final. Se levantó más sin salir de Joe y colocó sus piernas encima de sus hombros, esto para poder apoyarse en sus codos y estar más cerca del rostro de Joe, quien puso sus brazos sobre su cuello para sostenerse y así acercarse para hablarle con el poco aliento que le quedaba.

“Paul, tómame… libera tu orgasmo en mi interior, quiero sentir tu estallido cubriéndome, empapándome…por favor…!

Los dos dejaron de sostenerlo, y vivieron el orgasmo más intenso que podía existir, mientras lo experimentaban Paul movía bruscamente sus caderas llegando al límite de Joe, quien también estalló en placer, llenando de semen su ya de por si agotado abdomen, el grito de placer de ambos inundó la habitación y tal vez a los vecinos también, pero eso no preocupaba a Paul y Joe, quienes se reconfortaban con besos suaves luego del estallido de su “bomba de amor”.



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